De todas las críticas que le han caído a Justin Bieber durante la
crisis de imagen que está sufriendo a los 19 años, ninguna le ha venido
de tan alto ni le ha empequeñecido tanto como el somero análisis que le ha dedicado Jon Bon Jovi esta semana en la prensa británica. “Eres gilipollas”, estimaba el cantante, de 51 años, en la edición del lunes de The London Evening Standard.
Lejos –pero no mucho– de emitir un juicio de carácter, Bon Jovi se refería al hecho de que Bieber se hubiera plantado dos horas tarde sobre el escenario el 02 Arena de Londres a principios de marzo, al inicio de su maltrecha gira internacional. “Así se pierde el respeto de la audiencia, que ha trabajado mucho para pagarse las entradas y darte el derecho de quitarles dos o tres horas de su vida”, proseguía. “O, en el caso de este niño, 80 minutos de sus vidas. Una vez se te perdona, dos, no. No querrán volver a verte. Y entonces empieza a convertirse en tópico y eso no es nada atractivo. Eres un gilipollas. Ponte a trabajar, hombre”.
Aquel desplante en marzo se recibió como un terremoto. La actitud, chulesca y despectiva, de Bieber –su afición por la marihuana en fin de año, sus peleas con los paparazzi, la extravagancia de que Alemania incautara, esta semana, el mono que se había comprado como mascota porque no tenía ni la documentación ni las vacunas reglamentarias…– ha provocado muchos titulares. Pero algo más se rompió ese 4 de marzo. Por primera vez, Bieber había trasladado su nueva actitud a los fans. Semanas después canceló un concierto en Portugal.
A principios de este mes, volvió a plantarse dos horas tarde en los escenarios de Dubái.
Cuando, la semana pasada, recogió un premio Billboard honorífico, balbuceó al público (sin quitarse las gafas de sol y entre abucheos): “Tengo 19 años y creo que lo estoy haciendo muy bien. Lo que importa es música, el arte que estoy creando”. Bieber no compone sus canciones, si bien colabora en su proceso creador.
Bon Jovi lo ve de otra forma: “Cada generación tiene a uno de estos”.
Lejos –pero no mucho– de emitir un juicio de carácter, Bon Jovi se refería al hecho de que Bieber se hubiera plantado dos horas tarde sobre el escenario el 02 Arena de Londres a principios de marzo, al inicio de su maltrecha gira internacional. “Así se pierde el respeto de la audiencia, que ha trabajado mucho para pagarse las entradas y darte el derecho de quitarles dos o tres horas de su vida”, proseguía. “O, en el caso de este niño, 80 minutos de sus vidas. Una vez se te perdona, dos, no. No querrán volver a verte. Y entonces empieza a convertirse en tópico y eso no es nada atractivo. Eres un gilipollas. Ponte a trabajar, hombre”.
Aquel desplante en marzo se recibió como un terremoto. La actitud, chulesca y despectiva, de Bieber –su afición por la marihuana en fin de año, sus peleas con los paparazzi, la extravagancia de que Alemania incautara, esta semana, el mono que se había comprado como mascota porque no tenía ni la documentación ni las vacunas reglamentarias…– ha provocado muchos titulares. Pero algo más se rompió ese 4 de marzo. Por primera vez, Bieber había trasladado su nueva actitud a los fans. Semanas después canceló un concierto en Portugal.
A principios de este mes, volvió a plantarse dos horas tarde en los escenarios de Dubái.
Cuando, la semana pasada, recogió un premio Billboard honorífico, balbuceó al público (sin quitarse las gafas de sol y entre abucheos): “Tengo 19 años y creo que lo estoy haciendo muy bien. Lo que importa es música, el arte que estoy creando”. Bieber no compone sus canciones, si bien colabora en su proceso creador.
Bon Jovi lo ve de otra forma: “Cada generación tiene a uno de estos”.
El Pais
fijaros la cara de perdonavidas
Prometo que no fui yo el de la botella
Pero igual que en la entrevista, este chico está empezando a dar penita con su comportamiento
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